sábado, 14 de abril de 2007

A quoi ça sert l'amour?

¿Cual es la funcion del amor? Es solo una forma de combatir la muerte... la famosa idea de la pulsion de muerte en pugna con la de vida y amor EL EROS. Seria una forma de poner en jaque mate a la muerte, de alivianar la agonia que es la vida en terminos existencialistas.







Se vincula el concepto al nacionalismo (amor a una bandera), al placer, a sentimientos reciprocos entre personas, al dedicarse fervientemente a una actividad que nos consume el tiempo pero lo hacemos realmente a gusto...







Pero, ¿amor hacia que otra cosa mas conglobante nos deberia definir como seres humanos? Hacia la vida. Que generalidad. ¿Y que es la vida? Son categorias tan absolutas y abstractas que resulta extremadamente dificil el definirlas. Vida es el sustantivo que deriva del verbo VIVIR, y que es vivir en estos dias... vivir se vincula con el trabajo, con el alimentarse, con el divertirse y saciar medianamente las necesidades basicas de todo ser humano. Sin embargo, el valor vida va de la mano del amor y el lazo que une los dos es el respeto.







Entonces si el amor es una forma de hacerle trampa a la muerte, la vida es el lado componente opuesto en la dialectica del ying y el yang, que por tanto estaria vinculada al amor, si este es quien combate a la muerte. Queda como resultado vida de esa pugna. Ahora bien, como es necesario el respeto como eje vertebrador de la relacion, la formula estaria compuesta de la siguiente manera:







AMOR + RESPETO= NO MUERTE = VIDA







Claramente cabria inferir que el amor sirve para crear vida y para darle sentido al respeto en el seno de la sociedad de hombres civilizados.









Igualmente, el amor como todo elemento de la tabla periodica, si es usado en exceso para conjurar una formula puede producir efectos no queridos, o no muy agradables. El amor puede derivar en locura, en obsesion, en lujuria... El amor despierta el lado mas semental del ser muchas veces. Hay que ser cauto. Dominarlo, aunque el quiera tomar la cabecera y subyugarnos a su poderio.







Meme quand on l’a perdu - L’amour qu’on a connu - Vous laisse un gout de miel -L’amour c’est éternel !

jueves, 5 de abril de 2007

En busca de un simbolo, de una señal...


Caminar por la calle, pensar en... ¿nada? Jamás- Algo siempre rige nuestra conducta, aunque sea lo más banal del mundo. Ahora bien, la reiterada aparición de objetos, imágenes, caras que evocan alguna situación pasada, un ex compañero de escuela... o lo que sea ¿No te hace pensar que ha de traernos algún mensaje?


Creo fervientemente que todo tiene que tener un porqué, que alguien o algo nos quiere dar una señal. Quizá sea algo tan abstracto como el destino, que se manifiesta explicitamente ante nuestros ojos a través de pistas nubladas que nos encarga develar. Las señales han sido desde las antípodas de la historia, una parte importantísima en la vida del hombre: la caída de granizo y la pérdida de una cosecha era interpretado como un mensaje nefasto de los Dioses Griegos o Romanos, la Diosa Demeter de la agricultara habría de quitado su favoritismo sobre aquel clan de aldeanos. El que el viento soplara en tal dirección podía definir el triunfo de una guerra.

En los relatos Bíblicos asimismo, los sacrificios y las señales de Yahvé, como en el caso de la evitación de la muerte del único hijo del viejo Abraham, dan cuenta de la importancia de las señales.


Pero ¿qué significa SEÑAL? Una señal es un símbolo, un gesto u otro tipo de signo que informa o avisa de algo. La señal sustituye por lo tanto a la palabra escrita o al lenguaje, obedece a convenciones, por lo que son fácilmente interpretadas. Es de rigor cultural y captada por los miembros de un grupo societario. Cuando se trata de símbolos, las señales están colocados en lugares visibles y están realizadas normalmente en diversos colores y formas.


En este momento me propongo pensar en señales que vayan más allá de la ontología material urbanística del día a día... creo que la gran masa de cemento que es la metropolis nos hace olvidar un poco de las señales, también esta apatía es producto de la vorágine en la que vivimos día a días. Las señales se reducen a las viales, a las impuestas por los reguladores del juego que es vivir en la ciudad.