sábado, 24 de noviembre de 2007



Georges Brassens
La messe au pendu

Anticlérical fanatique
Gros mangeur d'écclésiastiques,
Cet aveu me coûte beaucoup,
Mais ces hommes d'Eglise, hélas !
Ne sont pas tous des dégueulasses,
Témoin le curé de chez nous.

Quand la foule qui se déchaîne
Pendit un homme au bout d'un chêne
Sans forme aucune de remords,
Ce ratichon fit scandale
Et rugit à travers les stalles,
"Mort à toute peine de mort!"

Puis, on le vit, étrange rite,
Qui baptisait les marguerites
Avec l'eau de son bénitier
Et qui prodiguait les hosties,
Le pain bénit, l'Eucharistie,
Aux petits oiseaux du moutier.

Ensuite, il retroussa ses manches,
Prit son goupillon des dimanches
Et, plein d'une sainte colère,
Il partit comme à l'offensive
Dire une grand' messe exclusive
A celui qui dansait en l'air.

C'est à du gibier de potence
Qu'en cette triste circonstance
L'Hommage sacré fut rendu.
Ce jour là, le rôle du Christ(e),
Bonne aubaine pour le touriste,
Eté joué par un pendu.

Et maintenant quand on croasse,
Nous, les païens de sa paroisse,
C'est pas lui qu'on veut dépriser.
Quand on crie "A bas la calotte"
A s'en faire péter la glotte,
La sienne n'est jamais visée.

Anticléricaux fanatiques
Gros mangeur d'écclésiastiques,
Quand vous vous goinfrerez un plat
De cureton, je vous exhorte,
Camarades, à faire en sorte
Que ce ne soit pas celui-là.

viernes, 23 de noviembre de 2007

domingo, 11 de noviembre de 2007

Ideologia y cultura






El debate se abre entre las dos ideologías del mundo contemporáneo postmoderno. Bien que la caída del muro de Berlín puso fin a la manifestación material del comunismo, y el capitalismo se ha extendido a todas partes del globo, los roces ideológicos siguen latentes y la resistencia marxista se hace notar en diversas facetas de la expresión humana.
El sociólogo del College de France, Pierre Bordieu, adhiriendo a la postura de la resistencia, aboga por una cultura que sirva de arma contra los embates del imperialismo, el cual a través de la técnica de masificación de la producción de cualquier mercancía genera la satisfacción instantánea cuajando las posibilidades de proyección póstuma del legado cultural. No existiría tal legado y tampoco centros de irradiación cultural, que antes sí se encontraban encarnados en las grandes metrópolis cosmopolitas. La necesidad de captar la atención de la masa, trae aparejada la pérdida de aquel público que lee mucho, que frecuenta cines, teatros y museos y que presta poca atención a lo que el mercado de la máxima ganancia ofrece. Además, el deseo de la conquista del máximo público significaría una inversión de alto riesgo, en cuanto que no intenta extender sus fronteras a estos otros sectores y se arriesga a perder al consumidor actual. Para el marxista francófono, se ha perdido la magia que rodeaba a los antiguos estudiosos y analistas del cine, donde el análisis crítico y filosófico de las obras de la pantalla grande creaba ciertos mundos sociales que ahora están siendo irrumpidos por el cine comercial.
En contraposición, Vincent Tournier, personificando el lado liberal del debate, responde a los argumentos de Bordieu. Cree éste, que el mercado es una forma de liberar a la cultura del núcleo elitista y conservador para que sea accesible a todos los habitantes del mundo global. La apertura de los mercados nacionales y el consecuente proceso de mundialización, ayudan, alega Tournier, a poner un fin a la utilización de la cultura como un instrumento del Estado, tendiente a la producción de arte para un sector privilegiado de la sociedad. Paralelamente, a través de la libre circulación, desde la remoción de las trabas de intercambio entre naciones, adquiere carácter obsoleto la subvención del Estado, destinada ésta a la conservación y renovación del patrimonio cultural. Agrega, que la producción cultural es de amplia llegada al público en general porque es receptora y vocera de valores universales, por tanto su aceptación se contrapone a las producciones culturales locales que no son más que un reflejo de nacionalismos.
El contraste del debate marxismo – capitalismo sigue vigente pese al simbolismo de Berlín 89. Es interesante plantearse el rol que ocupa la cultura en la pelea ideológica: ¿Ha de ser ésta instrumento de revolución frente a las imposiciones del mercado capitalista? ¿El mercado es instrumento para proporcionar a todos la posibilidad de acceder a la cultura? Realmente creo que la cultura debe ser aquel espacio de libertad y creatividad que posea el hombre para desarrollarse fuera de los condicionantes que le impone el mundo del trabajo en el cual se halla inmerso, la cultura ha de plantear alternativas distintas a las que el mundo de la mercancía ofrece. Ir más allá de lo estereotipado y plantearse como herramienta del progreso de los pueblos. No es necesaria la democratización de ésta a nivel global a partir de la imposición de valores propios del sistema occidental. Sin embargo es difícil separar el mundo del trabajo, netamente relacionado con el mercado, de la vida cultural. La alienación del hombre, en términos marxianos, es demasiada, pero Bordieu afirma “Les grandes œuvres n’ont pu naître que parce que leurs créateurs ont pris leurs distances d’avec la logique du profit[1]”. Esos nichos de independencia, fuera de la lógica del mercado dan a los artistas la inspiración de crear. Cabe afirmar que si el hombre se encuentra no condicionado por la lógica del capital, entonces sus creaciones son proyectables a generaciones futuras y se alejan de la satisfacción instantánea. Si éstas se dan bajo estos parámetros, serán de provecho no para el mercado y los grandes empresarios transnacionales, sino para la humanidad toda.









Maria Sol de Brito









[1] Las grandes obras no habrían podido nacer si los creadores no hubieran tomado distancia de la lógica del máximo beneficio.

Quante volte ci sentiamo trascinati da una grande onda...


Dopo la grande tormenta, Josh si trovaba in mezzo all’immensità dell’oceano pacifico, da solo, senza nessuno e soppratutto senza niente. Mentre pensava come farcela per tornare a casa, senza immaginare qualcosa di peggiore che possa accadere, osservò che una nuova parete di acqua furiosa si stava formando. Quand’ecco fu difficile di trovare una forma corretta di reagire per sfuggire alla dannosa volontà dell’onda, quel gigante spaventoso incuteva veramente un timore senz’uguale. Josh fu trascinato ancora una volta, colpito dalla violenta maniera di muoversi del mare…
Nello stesso tempo, una nave che, certamente per il suo peso e la sua propria presenza nel mare poteva evitare essere vittima dell’energica rabbia del mare, lo distinsi ed allora comminciò la marcia per aiutarlo. Lui comunque c’era ormai stato colpito dall’onda… Proprio in quel momento, Josh sembrava essere cibo di un pericoloso barracuda, che lo circondava desiderando mordere antropofagamente uno dei suoi membri. El vecchio saggio marinaio, proprietario della nave, lo prese giusto quando il carnivoro pesce appriva la bocca per inghiotire il piede di chi aveva perso talmente la conoscenza.